Pero extrañamente la lucidez de Negrín ante la magnitud de la catástrofe no lo inducía al desánimo, sino que después de una tregua de abatimiento desataba más aún sus energías eufóricas.(…) “Pero aún así no vamos a rendirnos”, dijo, parándose delante de Abel, más alto, más ancho, la cara carnal y la voz ricamente timbrada. “reconstruiremos de abajo arriba el ejército. Un ejército de verdad, valeroso y bien equipado, con disciplina, con musculatura, un ejército del pueblo y de la República. Hará falta acabar con el delirio en que hemos vivido hasta ahora pero la realidad es el mejor antídoto contra los desvaríos mentales. Hemos vivido y vivimos en parte todavía en una casa de locos, y no es una metáfora de esas que gustan tanto a nuestros oradores, sino un diagnóstico clínico. En una casa de locos cada uno vive entregado a su propia forma de irrealidad. Se cruzan hablando a solas y haciendo aspavientos pero nadie oye a nadie y el delirio de cada uno excluye al de los demás. Sabemos por qué lucha el enemigo y por qué se sublevaron os militares, pero lo que no se acaba de saber todavía es por qué luchamos nosotros. O si hay un nosotros en el que quepamos todos los que acabaremos fusilados o desterrados si ganan los otros. Cada loco con su tema. Don Manuel Azaña quiere una Tercera República francesa. Usted y yo y unos cuantos como nosotros nos conformaríamos con una república socialdemócrata como la de Weimar. Pero nuestro correligionario y ahora presidente del gobierno dice que quiere una Unión de Repúblicas Soviéticas Ibéricas, y dos Lluís Companys una república catalana, y los anarquistas se olvidan de que estamos en guerra y tenemos enfrente a un enemigo sanguinario para experimentar en todo este desbarajuste con la desaparición del Estado. Y para poner en práctica su delirio particular cada partido y cada sindicato lo primero que ha hecho ha sido inventarse su propia policía, sus propias cárceles, sus propios verdugos. Pero me niego a creer que todo esté perdido. Nuestra moneda se ha hundido internacionalmente pero tenemos oro de sobra y podemos comprar al contado las mejores armas.¿Que las democracias hermanas, como se dice en los discursos, no nos la quieren vender? Se las compramos a los soviéticos, o a los traficantes internacionales, a quien sea (…) Por no hablar de otro problema que tenemos, amigo Abel, aparte de esas fotos que nuestros milicianos se hacen vestidos de curas en las ruinas de las iglesias quemadas, y que nos benefician tanto ante la opinión pública internacional cuando las publican los periódicos.Los mismos periódicos que no quieren publicar las fotos que les mandamos nosotros de niños reventados por los bombardeos de aviones alemanes, porque dicen que son propaganda(…)”
Antonio Muñoz Molina; La Noche de los Tiempos, Seix Barral, Barcelona 2009. Pxs. 817-818
Hai ano publicábamos en xiztoria.
8 comentarios:
Negrín dixo todo iso? Este Muñoz Molina debería pagarlle dereitos de autor a quen escribiu o manual da Guerra Civil que el semella colar na súa novela. Teño lido algunhas cousas del ultimamente que non me gustan nada, tanta equidistancia, tanto 'politicamente correcto'... Outro converso.
Muñoz Molina retrata la desgraciada realidad que se vivió en la guerra civil "mal que nos pese".
Home claro! A realidade de calquera guerra sempre é desgraciada, pero no desencadeamento dese desastre uns teñen máis responsabilidade ca outros. Ocultar esa responsabilidade, estendela a todos os bandos ou grupos sociais, e a todas as persoas, non é máis cunha falsidade da Historia.
Penso que no canto do desencadeamento do conflicto non hai equidistancia en Muñoz Molina: A responsabilidade única da guerra foi dos militares sublevados. Pero a cita reflexiona sobre unha pregunta qué é preciso facerse: que se fixo mal na República( aceptando que as circunstancias da guerra, da situación internacional... tamén deben ser tidas en conta)
Non vai ser que caimos nun maniqueismo que é tan falto de rigor histórico como a equidistancia que denuncia Heladio.
Estou de acordo. A II República non foi un réxime político perfecto. Eu tamén estou en contra desa visión 'idílica' que un amplo sector de historiadores e outros difundiu. Pero o que me nego é a que as carencias e abusos da II República se utilicen para xustificar aos golpistas. Iso sería manipular a Historia e un insulto para as vítimas do fascismo.
"Como intelectual de izquierdas de trayectoria inequívoca que es, el escritor ubetense ha denunciado la amenaza de manipulación maniquea sobre lo que fue nuestra Guerra Civil, y ha reclamado que sean voces serenas las que la interpreten a partir de visiones exentas de prejuicios. Esta novela constituye, así, su aportación a la empresa, a través de la figura de un socialista, hijo de obreros pero acomodado al estatuto de una burguesía republicana que se ve totalmente desbordada por los acontecimientos desencadenados por los extremismos fascista y revolucionario. Ignacio Abel no es en modo alguno un héroe positivo; el día 19 de julio en que se empieza a perder la República, él busca desesperadamente por las calles de Madrid a una joven estudiante extranjera que al fin y a la postre no aceptará convertirse en la querida de un cuarentón casado. Pero sus reflexiones sobre el «no es esto» orteguiano son las mismas que en la novela se ponen en boca de un verdadero héroe, vitalista y clarividente, tan necesitado, por otra parte, de reivindicación histórica: Juan Negrín."
DARÍO VILLANUEVA, Revista de libros, Febrero 2010.
Arrículo completo:
http://www.revistadelibros.com/articulo_completo.php?art=4582
Gracias a Francisco por su aportación-eco de esas conversaciones en el instituto que tanto aprecio.
El eco, afortunadamente, llega a sitios más livianos que el instituto pero yo también se los agradezco porque me animan y me tranquilizan.
Publicar un comentario