Mientras serpenteaban por el interior, Mateo le contó que don Eduardo Paternina, marqués de Terán, se había iniciado en el negocio del vino bajo la influencia del marqués de Rothschild. Su hijo acababa de fundar la bodega ese mismo año[1896]. Le dijo también que aquellas galerías habían sido excavadas por campesinos gallegos. Un año más tarde, en honor a ellos, el fundador de la bodega decidiría incluir una banda azul y blanca, los colores de la bandera gallega, en la etiqueta de su primer vino: el Paternina.
CLAVIJO, Carlos; El Hijo de la Vid, Planeta, Madrid 2010. Pxs. 100-101
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