Imagen tomada do blog "ciudad dormida"
Cuando la luna asomó su jeta pálida, picada de viruelas, por entre las ajusticiadas encinas de la dehesa, calló la noche ...de pronto sorprendida por el relámpago asesino de una carga de fusilería.
RIPARROTA, N. del C., El aroma de las nubes
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